Educación Positiva en las Mascotas

Cuántas veces has podido ver a un dueño de un perro, llamarlo a gritos porque está haciendo algo mal, y cuando el perro va hacia su dueño, este dueño le regaña.

Pues bien, lo que piensa el perro es: mi dueño me ha regañado porque me ha llamado y he ido. La próxima vez que me llame no voy, porque a mi dueño no le gusta.

Educación y Refuerzo Positivo

La mascota ha pasado a ser un integrante más en la familia, tanto en cariño y cuidados como en responsabilidad. Es nuestra responsabilidad , que nuestra mascota tenga una buena educación. Tanto por el perro en sí, como por nosotros y los viandantes que se nos aproximen a nosotros cuando el perro va amarrado, o cuando el perro esté suelto en sitios donde se permita.

Por ello la Educación positiva es tan importante, porque el perro debe aprender a relacionarse con los demás y disfrutar de ello.

Esta concepción del perro como parte integrante de la familia también supone un mayor responsabilidad tanto para con los demás viandantes como para con nuestro propio perro. Por eso debemos darle una educación.

 

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Dueños negativos y problemas

Cuando un perro ladra por la aproximación de otro animal o una persona, porque encuentra en ellos una amenaza real. Estas reacciones negativas, son fruto de un problema de ansiedad, más conocido como un perro reactivo.

Seguramente veas perros ladrando y sus dueños gritándoles, tirando de las correas o, incluso dando algún que otro azote. La actitud de estos dueños es Actitud Negativa.

La actitud negativa de los dueños, desemboca en un perro o mascota reactiva. El perro se callará por miedo, y no por entender la situación, o por haber solucionado el problema.

Averiguar la razón es fundamental

Siempre hay que acordarse que un perro no hace algo por fastidiarnos, lo hace porque tiene un problema. Y nuestra labor como sus cuidadores es encontrar la raíz del problema y solucionarla.

Pero solucionarla no es evitar que se produzca, sino solucionar el problema que hace que el perro reaccione así. Para ello hay que recurrir a un especialista en conduzca canina, siempre.

Buscar ayuda para curarlo

Igual que nosotros acudiríamos a un profesional para tratar los problemas psicológicos de uno de nuestros hijos, así deberemos actuar con nuestro perro. Primero habrá que consultar con el veterinario para averiguar si puede ser que tenga alguna dolencia.

Si nuestro perro goza de buena salud, entonces es la hora de buscar ayuda de un especialista…. no un adiestrador, sino un especialista en conducta canina.

Especialistas hay muchos y es muy difícil saber cuál elegir. Además, hay varias escuelas de pensamiento. El refuerzo en positivo está basado en el pensamiento de que la mejor manera de educar a un perro es reforzando sus experiencias positivas.

Está claro que a cualquiera nos gustan más los premios y los halagos que los gritos y tirones. Todos haremos con más gusto algo si sabemos que al final conseguiremos un premio que si la meta es sólo no ganarnos un grito.

Cambiando su visión del mundo

De esta manera, con el refuerzo en positivo se busca que los perros asocien las experiencias que les estresan con algo bueno para ir haciendo que baje cada vez más la ansiedad que les produce.

Por ejemplo: un perro que ladra a otros perros no conseguiremos que lo deje de hacer por ponerle un collar de castigo, sólo conseguiremos que cuando se ponga a ladrar al otro perro por miedo se haga daño con el collar y asocie “perro desconocido = dolor” y cada vez se ponga más agresivo.

Con las pautas que nos ofrecen los terapeutas caninos podremos ir mejorando la calidad de vida de nuestro amigo peludo, además de reconvertir esos miedos que presenta.

Paciencia y trabajo

Pero esto no es de un día para otro. Hay que estar dispuesto a ser paciente, a comprender que es un problema que tiene y que hay que curarlo.

Es sumamente importante recordar que es un perro y que su comportamiento negativo no está provocado por sentimientos puramente humanos como la venganza, el desprecio, los celos o cualquier otro nombre que queramos darle.

Los comportamiento negativos son reflejo de algo que no va bien y que hay que trabajar para curarlo, no para esconderlo bajo una dominación que le cause miedo… porque tarde o temprano un comportamiento que hemos retraído a base de gritarle o pegarle hará que se refleje de otra forma causándole mayor sufrimiento.

Premiar en vez de gritar

La tendencia actual entre los nuevos educadores y terapeutas caninos es educar a través de juegos que les resulten atractivos de realizar sin forzarles ni cansarles.

Los premios por el trabajo bien realizado o por no haber repetido una conducta negativa es el mejor aliciente que se puede utilizar.

Las escuelas de refuerzo positivo se pueden localizar por todas partes. CITYDOG EN LA OPINIÓN DE MALAGA en Málaga, es un claro ejemplo de este tipo de educación.

Aconsejan que desde pequeños se sociabilicen con otros perros y se eduque en positivo para que los perros crezcan sanos tanto físicamente como mentalmente.

Un perro no es un juguete, es un ser vivo que necesita nuestro respeto además de nuestro cariño. Y, por supuesto, una educación basada en esas premisas y no en el miedo y en el “yo mando”.

Esto no significa dejarle hacer lo que quiera, no, no es eso. Es enseñarle lo que deseamos que haga premiándolo por hacerlo.

Es mucho más valioso para la educación de tu perro, cualquier premio por hacer las cosas bien, que un castigo por hacer las cosas mal.